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Hay situaciones que no son ajenas en la actualidad, que en un pasado pasaban por desapercibidas. Una muy presente es La Pederastia, que siendo hoy en día un problema visto por los miembros del clero, un ejemplo es del párroco Fred Potes. Pero que ante la justicia y ante muchos otros individuos de la comunidad caleña, no se genera una actitud de cambio ni mucho menos de generar una acción de castigo ante la situación.
Frente al estado o gobierno, penalizaciones para estos casos no son vistas ni reconocidas por todos, me incluyo, y muchos no sabemos si existen tales castigos. Por eso no solo se debe de juzgar a personas civiles, si no también a aquellas, como en este caso, cometen actos contra de las normas y leyes, tanto en la constitución política de Colombia como ante las normas “divinas” de la comunidad del clero, siendo ellos los mas devotos y respetuosos, o así son vistos por otros con lo del voto de castidad y su forma de obrar.
Ver como la sociedad cambia, no solo los creyentes y seguidores del común, si no también padres, párrocos y obispos en un medio en donde todo coge mas furor y esta en continuo cambio, puede ser para mal y no para bien.
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